El actor Kellan Lutz, que da vida al vampiro Emmett Cullen de la saga cinematográfica Crepúsculo, descubre todos los secretos de su espectacular y sensual cuerpo en una larga entrevista publicada en el número de noviembre de la revista Men’s Health.
Kellan Lutz, que es portada del número de noviembre de la prestigiosa revista masculina, que recoge además un reportaje fotográfico de más de cinco páginas, lo cuenta todo sobre su día a día para estar en plena forma. Respecto a sus envidiadas abdominales, el “vampiro” asegura que hasta los 14 años “no sabía que los abdominales eran atractivos”. Lo descubrió “cuando me quité la camiseta en el parque (acuático), todas las chicas se quedaron impresionadas. Fue una revelación”.
El entrenamiento, incluso cuando está rodando, forma parte de la vida de Kellan Lutz, que además se lo toma como un juego: “Adoro jugar. En mi maleta nunca faltan un par de dados. De hecho, cuando voy al gimnasio lanzo los dados y la cantidad que sumen es el número de flexiones que voy a hacer, por ejemplo”.
Aunque no lo parezca, Lutz fue un chico muy delgado, aunque la práctica del deporte y su constancia han conseguido ese cuerpo tan deseado por las mujeres que hoy tiene. Y, aunque su Emmett Cullen sea un no-muerto, la sangre no forma parte de la dieta de Kellan Lutz, que siempre se ha preocupado mucho por la comida: “Tomaba mucho pollo, muchos huevos, mucha proteína” y “aunque sea pizza, siempre como con cuchillo y tenedor para ir más despacio”. Pero, aunque no le guste beber sangre, para Kellan Lutz tiene muy en cuenta el líquido vital: “Cuando me pasa algo, me desahogo corriendo. Rompo a sudar y hago que la sangre fluya”.
Kellan Lutz, que es portada del número de noviembre de la prestigiosa revista masculina, que recoge además un reportaje fotográfico de más de cinco páginas, lo cuenta todo sobre su día a día para estar en plena forma. Respecto a sus envidiadas abdominales, el “vampiro” asegura que hasta los 14 años “no sabía que los abdominales eran atractivos”. Lo descubrió “cuando me quité la camiseta en el parque (acuático), todas las chicas se quedaron impresionadas. Fue una revelación”.
El entrenamiento, incluso cuando está rodando, forma parte de la vida de Kellan Lutz, que además se lo toma como un juego: “Adoro jugar. En mi maleta nunca faltan un par de dados. De hecho, cuando voy al gimnasio lanzo los dados y la cantidad que sumen es el número de flexiones que voy a hacer, por ejemplo”.
Aunque no lo parezca, Lutz fue un chico muy delgado, aunque la práctica del deporte y su constancia han conseguido ese cuerpo tan deseado por las mujeres que hoy tiene. Y, aunque su Emmett Cullen sea un no-muerto, la sangre no forma parte de la dieta de Kellan Lutz, que siempre se ha preocupado mucho por la comida: “Tomaba mucho pollo, muchos huevos, mucha proteína” y “aunque sea pizza, siempre como con cuchillo y tenedor para ir más despacio”. Pero, aunque no le guste beber sangre, para Kellan Lutz tiene muy en cuenta el líquido vital: “Cuando me pasa algo, me desahogo corriendo. Rompo a sudar y hago que la sangre fluya”.
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